No asustarse. La cosa es que desde hace un par de semanas han empezado a madurar las moras blancas.
La mora blanca es el fruto de la morera “improductiva”, la de las hojas para alimentar a los gusanos de seda, la que no da moras negras, vamos, un clásico de plazuelas y glorietas.
Gracias a esa clasificación como “improductiva” no recibe insecticidas ni fertilizantes, solo la desatención…cultivo ecológico 100 por cien.
Mientras la mora es blanca es totalmente insipida, al madurar toma un leve tono rosáceo casi imperceptible, en ese momento adquiere un sutil y perfumado sabor dulce delicioso, apenas dura un día en ese estado, por lo que no es comercializable.
Hasta que el cocinero celebrity de turno decida que es la máxima delicia inexplorada podremos seguir disfruntando de esta delicada golosina por la jeró en parques, veredas y jardines.
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